El día de ayer, desde la Línea de la Esperanza admiramos a las personas que padecen del Síndrome de Rubinstein-Taybi , porque día a día son reflejo de fuerza y resiliencia , reconozcamos su valentía , el impacto positivo que su singularidad aporta a cada corazón que hace parte de sus vidas y la belleza de la diversidad de aquellos que se enfrentan a los desafíos cognitivos y físicos debido a las diversas condiciones médicas que causa este síndrome. Abracemos la diferencia y promovamos un mundo comprensivo , empático e inclusivo desde la esperanza, el amor y el respeto
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